Esos momentos de melancolía. Esos momentos en los que no tienes a nadie en quien buscar consuelo. Quizá en esos momentos de soledad estás en la cama, en el sofá, en el suelo, caminando...
Recordando a esa persona, siempre hay que recordar que somos humanos y tenemos tendecias de auto-tortura, y claro, sucede. Sucede que de las 500 canciones entre las que puedes elegir, buscas aquella que te recuerda a él/ella.
Y en ese momento dudas: Si o No.
Cuando respondes si, y pulsas play, lo sabes, porque lo sabes. Comienzas a comerte la cabeza, a recordar todos esos momentos juntos. Pequeñas tonterías que te hacen sonreir. Entonces es cuando llega el estribillo... Tarde, ya has caido en la trampa, ya no vas a hacer otra cosa. La canción está en tu cabeza y él/ella también.
Cuando respondes no... Bueno estás aceptando que te afecta, no la quieres escuchar porque sabes que te sigue importando lo que significa... Tarde de nuevo.
Por eso supongo que es algo natural, disfruta de los momentos de melancolía. Llora si lo crees necesario. Pero porfavor, la próxima vez intenta evitarlo desde el principio y escucha a Rebecca Black, te estropeará los oidos, vale, pero tu corazón seguirá bien.
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